AGENDA. Viernes 28 de noviembre | 18 horas | Plaza del Lector Rayuela (Avda. Las Heras 2505, CABA). En el marco de la exposición “Laiseca, el iniciado” organizada por la Biblioteca Nacional, amigos, escritores y discípulos de Alberto Laiseca leen poemas de su libro a poco de cumplirse cuarenta años de la primera edición. La lectura busca recuperar el sentido maravilloso y auténticamente oriental del único libro de poemas escrito por el autor de Los sorias. Participan: Julieta Laiseca, Sergio Bizzio, Jorge Fondebrider, Leo Oyola, María Eugenia Alcatena, Valeria Tentoni, Francisco Garamona, Sebastián Pandolfelli y José María Marcos, entre otros. También se exponen “máquinas parlantes” recreadas por el artista plástico Hernán Sánchez. Entrada libre y gratuita.
José María Marcos
Escritor, periodista y editor | Instagram @josemariamarcos | Facebook: José María Marcos
“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales
Biblioteca Storni | Escribir desde la música
Teatro Italia | La perplejidad de los cuervos
Palabras de José María Marcos en la presentación de La perplejidad de los cuervos (Caburé, 2025), de Daniel Roncoli, en el Teatro Italia (Cañuelas), el viernes 14 de noviembre de 2025.
Buenas noches. Es una alegría estar en Cañuelas, celebrando la salida de La perplejidad de los cuervos, la nueva novela de Daniel Roncoli. Agradezco a Daniel la invitación a acompañarlo en esta presentación en el Teatro Italia, junto al periodista Osvaldo Príncipi, de notable y reconocida trayectoria, quien nos ha deleitado tantas veces en sus distintas facetas; junto a los músicos Nachito Ottone, Leo Mennitto y Juan Fracchi; junto a todos ustedes.
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¿Qué cuenta La perplejidad de los cuervos?
En principio, arranca cuando un viejo periodista, jubilado, Enrique Abedis Jano, sufre un misterioso accidente en la cancha de San Lorenzo.
Un lunes, con la cancha vacía, el periodista sube a la Tribuna Este del Nuevo Gasómetro y allí se desvanece y se cae, padeciendo un accidente, un golpe en la cabeza, que lo lleva a ser internado.
En apariencia, Jano la sacó bastante barata, porque no tiene huesos rotos ni ninguna lesión interna, pero algo pasó en su cabeza: de pronto se le borraron los últimos años y Jano cree que todavía trabaja en la revista El Mérito, que cerró hace un par de años, y que su tarea es coordinar una edición por el centenario.
El médico opina que tal vez sea mejor seguirle la corriente: el olvido seguramente es momentáneo y, en breve, recuperará su ubicación en el presente.
Así, amigos, allegados, la familia, deciden sumarse a esta ensoñación de Jano y convierten la habitación de internación en la redacción de la revista El Mérito, desde donde empieza a tejerse y destejerse La perplejidad de los cuervos.
Es una maravilla este comienzo. Misterioso. Contundente. Prometedor.
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Hago un paréntesis en relación a la escritura de Daniel. He tenido la dicha de leer varios de sus libros, y él posee una característica que, con maestría, sabe recrear en cada nueva historia. Daniel construye sus textos prestando especial atención a los detalles, a cada acción que va conformando ese entramado de minúsculas acciones, producto del azar, la voluntad, el destino, la geografía, que nos van moldeando. Es como si, de golpe, pudiéramos escribir sobre la presentación de esta noche y narráramos por qué cada uno de nosotros está aquí.
¿Por qué estamos con Osvaldo sentados, arriba del escenario, al lado de Daniel?
¿Por qué cada uno de ustedes quiso venir a esta celebración?
¿Se imaginan la cantidad de cosas que hay para decir?
Haríamos una novela si pudiéramos responder todas las preguntas.
3
En La perplejidad de los cuervos, Daniel pone énfasis en esas conexiones que nos transforman en una comunidad.
A partir de lo que le sucede al viejo periodista en la cancha de San Lorenzo y su pérdida de memoria (o, podríamos decir, en la recuperación de la memoria), nos anoticiamos que fue boxeador amateur, que tuvo un amigo que se hizo profesional, con quien rivalizaba y hasta competía por el amor de una chica del barrio.
En este tránsito, Jano y sus compañeros de El Mérito se van entusiasmando y efectivamente empiezan a trabajar para producir la edición especial, reuniendo las mejores notas del siglo. Y así vemos desfilar, en los artículos, a infinidad de personajes: Muhammad Alí, Monzón, Bonavena, Maradona, por citar un puñado.
En paralelo, nos vamos enterando de qué pasó entre Jano y su amigo de juventud, el boxeador profesional, que se fue a triunfar a los Estados Unidos. ¿Qué sucedió? ¿Dónde quedó esa amistad?
De este modo, la novela, por un lado, recrea el ambiente de las míticas redacciones que Daniel, como periodista, conoció de primera mano, con mucha música de tango de fondo, con su poesía, su sabiduría, y, por otro, hay una suerte de novela de intriga que se va desplegando para entender qué hacía Jano en la cancha en el momento del accidente.
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Llegando a este punto, quisiera mencionar algunas referencias literarias, porque el libro lo amerita.
Me encanta pensar esta novela dentro de la tradición del Don Quijote de la Mancha (1605), de Miguel de Cervantes Saavedra, donde a un lector se le seca el cerebro por dormir poco y leer demasiado, lo que provoca que se le nuble el juicio y crea que está viviendo dentro de una novela de caballerías.
El periodista Jano es una suerte de quijote contemporáneo: se embarca en el imposible de producir el número aniversario de una revista que ya cerró, pero que sigue viviendo en el recuerdo de muchos de los que vivieron la misma época.
Y lo más interesante: esa quijotada produce efectos en el presente, y ese imposible empieza a tomar forma.
Otro aspecto a destacar es que algo que Daniel hace explícito con una nota en el comienzo. En esas páginas iniciales, aclara que la novela contiene fragmentos de entrevistas, crónicas y relatos de hechos deportivos publicados en El Gráfico, escritos por Ernesto Cherquis Bialo (1940), aunque no se consignan cuáles son y los entrevera con su prosa. Es muy relevante este gesto, porque muestra la fuerza de los textos surgidos en esas redacciones periodísticas. Es un recurso que tiene una larga tradición que se entroncaría con las técnicas del copy-paste, del collage o las citas, propuestas, por ejemplo, desde el neoconceptualismo, como métodos para crear una nueva obra. No hablo del vulgar copiar y pegar, sino de la recreación, la jerarquización, la puesta en valor de quien vuelve a poner en escena este material.
Daniel toma este camino y lo hace con mucha pericia.
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A nivel literario, es destacable cómo Daniel va diseminando pequeños giros, con la intención de anticipar el contenido de la novela.
Para ilustrar este aspecto, les leo el comienzo de la novela. Presten atención a los términos y a las imágenes que usa:
Aún con la abulia de erigirse en plagiario de la piedra ignota que se desmorona por la ladera de una alta montaña, el periodista Enrique Abedis Jano rodó de manera irregular, golpeándose en forma alternada el cráneo, el rostro, los miembros y el tronco, tanto en su exposición frontal como dorsal. Cayó a través de la tribuna Este del Nuevo Gasómetro como si hubiera sufrido un vahído. O peor todavía, como si hubiese perdido, por un instante, la conciencia. Su desplome fue el de un peso muerto, amorfo. Un saco de vísceras y huesos inmunes a cualquier instinto de supervivencia.
Me encanta este párrafo. Es como si fuera el pasaje de la crónica de la caída de un boxeador.
Y claro: además de ser la caída del viejo periodista Jano, es la caída del boxeador que fue Jano en su juventud. Es una extraordinario cómo logra fusionar en una escena esos dos tiempos, que son los que se mezclan en la novela.
Un alguito más de los símbolos que aparecen: lo que cambia todo para que arranque la historia es un golpe. Quienes aman el boxeo saben lo que significa. Como dice Jano cuando cuenta su historia: soñaba con ser campeón de boxeo como sueñan aquellos a los que les duele la vida.
Y otro símbolo, que no es menor: la cancha vacía. ¿Cómo no nos vamos a golpear la cabeza contra una pared, cuando sentimos que la cancha está vacía?
Hay un refrán popular que dice que no hay nada más triste que un teatro vacío.
Lo mismo podemos decir de los estadios. ¿Qué sería de los estadios sin los deportistas, sin los hinchas, sin la pasión que pone cada ser humano para hacer posible un sueño colectivo?
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Cierro con una imagen.
Veo a Daniel en la tribuna del Club Cañuelas. Alienta a su club, entre gradas vacías.
No sé si está en el Estadio Arín, en Uruguay y San Juan, o en el viejo Cajón de Del Carmen y Matheu.
Quizá se encuentre en una cancha que es una síntesis de todos los canchas.
Daniel llegó sonámbulo, a medianoche, y, como el protagonista de La perplejidad de los cuerpos, pisó mal en una escalón y rodó cuesta abajo, donde lo esperaba la inspiración para escribir esta novela.
Gracias, Daniel, por haber hecho algo con ese golpe, con esa iluminación; y gracias por habernos reunido aquí, como Jano, para tener conciencia del hilo invisible que une nuestras vidas.
Grite 2025 | Voces del terror en la literatura infantil
► Mesa de invitados “El despertar del asombro. Voces del terror en la literatura infantil”. Un diálogo con cuatro grandes exponentes de la escritura de terror que ha acompañado en los primeros pasos de muchas personas aficionadas al género desde su niñez. Invitados especiales: Ricardo Mariño, Franco Vaccarini, Martín Sancia Kawamichi y José María Marcos.
Director de Grite: Fernando Gabriel Pagnoni Berns. Integrantes del grupo: Emiliano Aguilar, Melissa Cammilleri, Guillermo Link, Marc Pereyra, Emmanuel Sticchi, Jorge Traversa y Eduardo Veteri.
26º Buenos Aires Rojo Sangre 2025
La programación completa con cortos, largometrajes, novedades y otras joyas pueden verse en:
Poesía y collage | Un sueño bárbaro
María del Mar Mayo y Anita Mazzino dictaron el taller de poesía y collage “La vida es sueño” durante la tarde del sábado 8 de noviembre de 2025. Partiendo de versos de Alejandra Pizarnik, Úrsula K. Le Guin, Patti Smith y Leónidas Lamborghini, entre otros, hablamos de los deseos, la vigilia, lo onírico, y del valor de los espacios donde poder conversar sobre el hilo oculto de nuestras vidas. Guiados por María y Anita, compartimos nuestros sueños y, luego, cada tallerista compuso un collage y un texto. En mi caso, el resultado fue “Un sueño bárbaro”, basado en un sueño de Bárbara, una compañera del encuentro. Mi sueño le tocó a Raquel, quien lo transformó en “Palabras y sueños”. El encuentro tuvo lugar en la sede del Taller de Experimentación Visual (TEV), en Submundo Studios (Bulnes 638, Almagro). Instagram: @tallerdeexperimentacionvisual @anitamazzino
Un sueño bárbaro
Un desorden bárbaro,
antiguo,
fuera del tiempo,
marrón,
de piedra,
pies de arena,
de ojos vacíos,
de manos duras,
de máscaras y más caras.
antiguo,
fuera del tiempo,
marrón,
de piedra,
pies de arena,
de ojos vacíos,
de manos duras,
de máscaras y más caras.
Un desorden de cuarto propio,
interno,
de directoras de escuelas,
de un amigo que ayuda,
de un amigo que vino de visita
en el sueño
de un desorden bárbaro, antiguo,
fuera del tiempo,
en un collage,
en el submundo,
en Almagro.
Comparto el collage y la poesía de Raquel Buela: “Palabras y sueños”.
Feria del Libro Palabras Trabajadoras
El lunes 10 de noviembre de 2025 se llevó a cabo la Feria del Libro Palabras Trabajadores 2025 en la Casa de la Provincia de Buenos Aires (Av. Callao 237, CABA), organizada por la Comisión Bonaerense de Cultura y Trabajo (Ministerio de Trabajo PBA). Allí participé de la charla “Las dificultades de la edición de libros desde una concepción independiente o alternativa desde la periferia”, con Luis Alexis Leiva (moderador), Javier Roldán (Patronus), Ona Ballesteros Gravino (Editorial del Sur) y Ture Salvador (Editorial del Sur).
PROGRAMA COMPLETO
► 9:25 hs. | Apertura. Himno Nacional. Jimena Carmona. Palabras: Florencia Lizaraso y Héctor Amichetti (Federación Gráfica Bonaerense).
► 10 hs. | Panel 1:“Trabajadores que escriben”. Con Ricardo Rojas Ayrala (Sindicato de Farmacia), Eduardo Tula (Sindicato ATILRA - Lecheros), Daniel Mayorana (Sindicato de Comercio), Cecilia Obregón (SUTEBA - Quilmes) y Luis Alexis Leiva (Trabajador Radio Provincia).
► 11:30 hs. | Panel 2: “Las dificultades de la edición de libros desde una concepción independiente o alternativa desde la periferia”. Con Luis Alexis Leiva (moderador), Javier Roldán (Patronus), Ona Ballesteros Gravino (Editorial del Sur), Ture Salvador (Editorial del Sur) y José María Marcos (Muerde Muertos).
► 13 hs. | Interludios. Poesía: Javier Roldán. Lectura homenaje: Demetrio Iramain. “Hebe y la fábrica de sombreros”.
► 14:30 hs. | Panel 4: Radar Intersindical de Cultura.
► 15:15 hs. | Panel 5: Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual. Ellas no fueron contadas.
► 16 hs. | Nosotras en libertad. Cierre del bloque de la presencia del Ministerio de Mujeres en la Feria del Movimiento Obrero organizada por el Ministerio de Trabajo.
► 10 hs. | Panel 1:“Trabajadores que escriben”. Con Ricardo Rojas Ayrala (Sindicato de Farmacia), Eduardo Tula (Sindicato ATILRA - Lecheros), Daniel Mayorana (Sindicato de Comercio), Cecilia Obregón (SUTEBA - Quilmes) y Luis Alexis Leiva (Trabajador Radio Provincia).
► 11:30 hs. | Panel 2: “Las dificultades de la edición de libros desde una concepción independiente o alternativa desde la periferia”. Con Luis Alexis Leiva (moderador), Javier Roldán (Patronus), Ona Ballesteros Gravino (Editorial del Sur), Ture Salvador (Editorial del Sur) y José María Marcos (Muerde Muertos).
► 13 hs. | Interludios. Poesía: Javier Roldán. Lectura homenaje: Demetrio Iramain. “Hebe y la fábrica de sombreros”.
► 14:30 hs. | Panel 4: Radar Intersindical de Cultura.
► 15:15 hs. | Panel 5: Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual. Ellas no fueron contadas.
► 16 hs. | Nosotras en libertad. Cierre del bloque de la presencia del Ministerio de Mujeres en la Feria del Movimiento Obrero organizada por el Ministerio de Trabajo.
► 16:30 hs. | Panel 6: “Lo común como camino: cultura del encuentro”. Con Dina Feller, Susana Santomingo y Néstor Borri.
► 17:30 hs. | Interludio. César González y Rodrigo Lugones. Arte, trabajo y pensamiento popular.
► 18 hs. | Momento Institucional. Walter Correa (ministro de Trabajo PBA) y Florencia Lizaraso (Cultura y Trabajo). El trabajo también es cultura, y la cultura también organiza.
► 18:30 hs. | Último Panel. “Clase, raza y literatura: nuevas narrativas bonaerenses”. Con Marcelo Acevedo.
► 17:30 hs. | Interludio. César González y Rodrigo Lugones. Arte, trabajo y pensamiento popular.
► 18 hs. | Momento Institucional. Walter Correa (ministro de Trabajo PBA) y Florencia Lizaraso (Cultura y Trabajo). El trabajo también es cultura, y la cultura también organiza.
► 18:30 hs. | Último Panel. “Clase, raza y literatura: nuevas narrativas bonaerenses”. Con Marcelo Acevedo.
¡TORITO! | La vida de Justo Suárez, lo nuevo de Enrique Medina
En la Colección Narrativa Hispánica, Alfaguara acaba de publicar la novela ¡Torito! (2025), de Enrique Medina, que narra la vida del popular boxeador Justo Suárez (1909-1938), conocido como “El Torito de Mataderos”. Justo Suárez —el mismo que Julio Cortázar retrató en un cuento del libro Final de juego (1956)— fue uno de los primeros grandes ídolos del deporte argentino. En una vida de apenas 29 años, se ganó la admiración de las masas, que se sintieron reflejadas en su historia: la de un muchacho que, partiendo de un origen humilde, alcanzó el estrellato para luego volver a la pobreza. Enrique Medina, autor de la novela biográfica Gatica (1991) y con alrededor de cincuenta libros publicados, vuelve aquí sobre un tema que lo atraviesa desde siempre: el boxeo como metáfora de la vida. En el prólogo, Diego Morilla traza un puente entre la vida del boxeador y la del propio autor, que irrumpió en las letras con la célebre novela Las tumbas (1972). Medina, hijo de un boxeador, conocía desde la infancia las marcas físicas y morales de ese mundo, y esa experiencia —dice Morilla— lo convierte en el narrador ideal para rescatar la historia del primer ídolo deportivo argentino, que fue pibe callejero, boxeador amateur a los 14, profesional a los 17 y campeón nacional a los 21, para luego caer en bancarrota y morir a los 29 a causa de la tuberculosis. El libro se estructura mediante la voz de Rosalía, una de las hermanas de Torito, quien se encarga de exhumar las historias del deportista —los combates, sus grandes hazañas y su fama—, mientras va mezclando relatos del suburbio y lo que significa nacer en un hogar pobre. Así, combinando recortes periodísticos, memorias familiares y pinturas de una época, Enrique Medina nos presenta ¡Torito!, un relato conmovedor que late con el pulso del drama, la oralidad porteña y el vértigo del ring.
El Ciudadano | Halloween en la plaza Belgrano: el terror se hace fiesta y literatura
La celebración que crece en Cañuelas y la mirada del escritor José María Marcos sobre el auge del género en la Argentina. La cita es este viernes, de 17.30 a 20 horas. Allí podrán disfrutar de un show de monstruos, sacarse fotos con distintos personajes, habrá golosinas y premios para los mejores looks 2025.
Este viernes 31 de octubre, la plaza Belgrano será escenario de una celebración que ya se instaló en el calendario local. Desde las 17.30 hasta las 20, Cultura Urbana de la Municipalidad de Cañuelas invita a disfrutar del festejo de Halloween, con más de veinte juegos de kermesse gratuitos, un show de monstruos, personajes para sacarse fotos, golosinas y premios a los mejores disfraces. La propuesta, cada año más esperada por las familias, refleja cómo una tradición foránea se transformó en una cita local ineludible. En paralelo a este fenómeno popular, el escritor uribeño José María Marcos, editor del sello Muerde Muertos, reflexionó sobre el lugar del terror en la literatura argentina. “Para nosotros Halloween era una película, tardamos unos cuantos años en darnos cuenta de que era una fiesta también. Es un fenómeno muy nuevo acá, antes era algo restringido a las profesoras de inglés”, comentó con humor. Marcos, autor y referente del género, destacó el cambio de paradigma cultural: “Hace quince años era una osadía poner una editorial que se llamara Muerde Muertos y reivindicara la literatura argentina de terror. Eso quedó atrás: hoy hasta diríamos que es cool escribir terror”. Entre sus recomendaciones para esta época mencionó títulos como El banquete de Tántalo de Pablo Martín Burkett, Insepulto de Ricardo Rincón Huarota, La ciudad dorada de Enrique Medina y El cazador de mariposas de Patricio Chaija. El autor celebró que “hoy nadie podría decir que una novela de terror no es literatura argentina” y añadió que este auge “permitió leer de otra manera la tradición nacional: entender que cuentos de Cortázar, Bioy Casares o Borges también son de terror”. Finalmente, reflexionó sobre el impacto social de esta apertura: “Con Halloween, mucha gente le perdió el miedo al género. Antes te miraban como si perdieras el tiempo; hoy se acercan con menos prejuicio. Los miedos cambian, y los prejuicios también”.
Narraciones Extraordinarias | Sobre Halloween y otras yerbas bonaerenses
En la víspera de Halloween estuve conversando con Enzo Maqueira y Luis Alexis Leiva el miércoles 29 de octubre de 2025, en el marco del programa Narraciones Extraordinarias, que se emite por Radio Provincia AM 1270. Comparto el resumen que hizo Joaquín Pereyra para el portal de la emisora. Allí también puede oírse la entrevista completa.
José María Marcos | “Yo creo que con Halloween hay personas que le perdieron el miedo a la literatura de terror”. El editor y autor del sello Muerde Muertos aseguró que “hoy nadie podría decir que una novela de terror no es literatura argentina”.
Por Joaquín Pereyra | 29 de octubre de 2025
En conversación con el programa Narraciones Extraordinarias por Radio Provincia AM1270, el escritor expresó: “Para nosotros Halloween era una película en todo caso. Tardamos unos cuantos años en darnos cuenta que era una fiesta también. Es un fenómeno muy nuevo acá, antes era un fenómeno restringido a los docentes de inglés”. Por otra parte, José María Marcos indicó: “Hace 15 años atrás, era una osadía poner una editorial que se llamara Muerde Muertos y que reivindicara la literatura argentina que se inscribe en esta tradición. Eso evidentemente quedó atrás: hoy hasta diríamos que es cool escribir de terror”. En ese sentido, agregó: “Mariana Enriquez era genuinamente una lectora y escritora que le interesaba, pero bueno también ha pasado procesos de que no sabía si esa inscripción a esta tradición le iba a posibilitar hacer una carrera. En Argentina no era algo que fuera valorado. (...) Hoy nadie podría decir que una novela de terror no es literatura argentina”. “Esta nueva posibilidad que se abrió con el terror, no solamente trajo cosas nuevas sino también trajo la posibilidad de leer de otra manera la literatura argentina. Entonces hoy nosotros podemos entender que algunos cuentos de Cortázar, Bioy Casares o Borges son de terror; que Bernardo Kordon, inscripto en una escritura realista, escribió cuentos de terror como ‘Hotel comercio’ o ‘La última huelga de los basureros’, por citar algunos ejemplos”, reflexionó. Por último, señaló: “Yo creo que con Halloween hay personas que le perdieron el miedo a la literatura de terror. Antes era una cosa que te miraban como 'pobre, está perdiendo el tiempo en esto' y hoy creo que es una oportunidad, la gente se acerca con menos prejuicio. La popularización de esto permite que se caigan algunos prejuicios. Pasa eso: los prejuicios de una época se van cayendo”.
Página/12 | Nuestros y de lo mejor, recordando a Di Benedetto y Kordon...
Por Enrique Medina | 15 de octubre de 2025 | Contratapa de Página/12
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| Enrique Medina y Antonio Di Benedetto. |
Debido a que el poeta Alfredo Vento decidió hacer una breve visita al terruño por motivos profesionales, decidí que antes de que suba al avión regresando a París, donde reside con su mujer Marlenis y sus hijos, bueno sería organizar una reunión para despedirlo en el Tolón. Al punto, con el repasador al hombro y su clásico chaleco negro abotonado, llega el edecán del lugar, Nico, con la bandeja en alto. Mientras transpone el pedido a nuestra mesa, continuando la conversación grupal que estábamos manteniendo, sentencioso, afirma:
—La Argentina dejará de ser un eterno bolonqui, el día en el que todos los argentinos, los de aquí y los desparramados en el mundo, a la misma hora, realicemos un suicidio universal en honor a todos los gallegos, tanos y criollos que hicieron grande esta patria...
Nos atropellamos para aportar opiniones. Gabriel Bianco y Carlos Crosa se adhieren aplaudiendo; Darío Lavia está de acuerdo en que la culpa sólo es de nosotros, pero rechaza tal extremismo; Alejandra Tenaglia sostiene que el facilismo y el nihilismo es propio de los cómodos. Diego Kenis masculla que las cosas de la patria no hay que tomarlas para la joda. Por fin, José María Marcos, abrazado por Raquel Buela, para sosegar a Nico (que ya se disculpó diciendo que sólo era una broma), refiere, la sentencia gruñida, al Infierno de Dante:
—Dante simboliza el infierno como un embudo invertido. Este se compone de nueve ambientes circulares, antepuestos de un vestíbulo. Allí están los que vivieron sin merecer desprecios ni alabanzas, es decir, al pedo. Y dice Dante que la misericordia y la justicia desdeñan su recuerdo, refiriéndose a esos híbridos inútiles. Es por eso que no los ha aceptado ni el cielo ni el infierno. El poeta Virgilio que hace de guía de Dante le recomienda: Non ragioniam si lor, ma guarda e passa..., no hablemos de ellos, sólo mira y sigamos de largo... Es decir, esto es el ninguneo facilongo que acabamos de escuchar, al que nos negamos terminantemente...
Como periodistas radiales hablan todos al mismo tiempo y nadie entiende nada. Sin que venga a cuento, yo aprovecho para defender la eutanasia y la determinación llevada a cabo por Jean Luc Godard y, como contraparte, menciono la muerte final de mi querido Bernando Kordon indefenso en un geriátrico chileno, también a mi otro amigo Eduardo Saúl con alzheimer... Y así el tole-tole va creciendo hasta que Alejandra controla el estofado apuntando que en estos días Kordon cumpliría 110 años... Diego verifica en su celular que el porteño escritor había nacido el 12 de noviembre de 1915... Alfredo Vento, que había hecho una buena amistad con el novelista Antonio Di Benedetto cuando éste visitaba mi taller literario para charlar con los integrantes, recuerda que el narrador mendocino también había nacido en noviembre. En el celular, Diego comprueba que sí, tal cual, había nacido en noviembre el día 2 del año 1922 y fallecido en 1986 a los 63 años...
En este punto me abstraigo totalmente. Veo a mis amigos continuando el debate. Los veo sin oírlos. Y de inmediato dejo de verlos, en cambio, me asaltan las imágenes de aquellos dos formidables amigos con los que tantos buenos momentos pasé. Sin vergüenza me atrevo a decir que siento de verdad la presencia de ellos. Mi miran y me hablan. Me veo con Bernardo en su alto departamento de Santa Fe llegando a Callao, tomando el café con macitas que nos servía su mujer. Sebreli llegando tarde. Ella sacándonos fotos a los tres en el balcón. Eran tiempos militares y no había donde publicar. Después, en El Foro, bar preferido por juristas y abogados, ubicado en Corrientes y Uruguay, les presenté al editor Julio Alonso que los publicó. A veces, Bernardo, que era un agnóstico de derecha, me usaba como muro de los lamentos y refrescaba trastadas de parientes que mucho le costó superar, por ejemplo la imprenta familiar, donde ahora alardea el Sanatorio Finochietto. Él, ya normalizando la respiración, terminaba diciéndome que era mejor no hablarlo ¡Pero me lo hablaba!... Lo mismo pasaba con Antonio Di Benedetto, aunque era mucho más medido y controlado; pero un día se soltó y lagrimeó mal recordando su secuestro y prisión. Lo conocí a Antonio gracias a Miguel Briante que me pidió acompañarlo al aeropuerto para recibirlo del exilio. De inmediato fuimos amigos. Luego lo reuní con Kordon y Sebreli. Salvador Samaritano, alma mater de Cine Núcleo, al que yo concurría desde los finales 50 en la Asociación Bancaria, y cuyos fundadores habían sido él, Vena, José Mahieu y Victor Iturralde Rúa, me dijo que los llevara a la Hebraica, y allí fui con Bernardo y Antonio. Salvador los hizo socios “honorarios”, como lo era yo. El cine-club fue un lindo pretexto para vernos una vez a la semana. Casi siempre, luego de la función, íbamos a cenar o comer una pizza, y comentábamos la película vista o farfullábamos de literatura. De tanto en tanto se nos agregaba el “Mono” Villegas, también socio “honorario”...
Una mano en el hombro me aleja del recuerdo: es Luis Alexis Leiva que me llama a la realidad pidiéndome que hagamos un video para su portal. Otra mano me acerca una copa de champán. Extiendo el brazo y festejo deseándole felicidad al amigo que volverá a irse del país. ¡Por el que se va!, corean Alejo Hernández, Yasmín Fardjoume, Carlos Marcos, Matías Carnevale y su mujer Andrea. Bebemos. No hablamos. Alfredo casi que gimotea feo, se pone de pie y levanta la copa:
—Por ustedes, queridos amigos..., que se quedan...
—La Argentina dejará de ser un eterno bolonqui, el día en el que todos los argentinos, los de aquí y los desparramados en el mundo, a la misma hora, realicemos un suicidio universal en honor a todos los gallegos, tanos y criollos que hicieron grande esta patria...
Nos atropellamos para aportar opiniones. Gabriel Bianco y Carlos Crosa se adhieren aplaudiendo; Darío Lavia está de acuerdo en que la culpa sólo es de nosotros, pero rechaza tal extremismo; Alejandra Tenaglia sostiene que el facilismo y el nihilismo es propio de los cómodos. Diego Kenis masculla que las cosas de la patria no hay que tomarlas para la joda. Por fin, José María Marcos, abrazado por Raquel Buela, para sosegar a Nico (que ya se disculpó diciendo que sólo era una broma), refiere, la sentencia gruñida, al Infierno de Dante:
—Dante simboliza el infierno como un embudo invertido. Este se compone de nueve ambientes circulares, antepuestos de un vestíbulo. Allí están los que vivieron sin merecer desprecios ni alabanzas, es decir, al pedo. Y dice Dante que la misericordia y la justicia desdeñan su recuerdo, refiriéndose a esos híbridos inútiles. Es por eso que no los ha aceptado ni el cielo ni el infierno. El poeta Virgilio que hace de guía de Dante le recomienda: Non ragioniam si lor, ma guarda e passa..., no hablemos de ellos, sólo mira y sigamos de largo... Es decir, esto es el ninguneo facilongo que acabamos de escuchar, al que nos negamos terminantemente...
Como periodistas radiales hablan todos al mismo tiempo y nadie entiende nada. Sin que venga a cuento, yo aprovecho para defender la eutanasia y la determinación llevada a cabo por Jean Luc Godard y, como contraparte, menciono la muerte final de mi querido Bernando Kordon indefenso en un geriátrico chileno, también a mi otro amigo Eduardo Saúl con alzheimer... Y así el tole-tole va creciendo hasta que Alejandra controla el estofado apuntando que en estos días Kordon cumpliría 110 años... Diego verifica en su celular que el porteño escritor había nacido el 12 de noviembre de 1915... Alfredo Vento, que había hecho una buena amistad con el novelista Antonio Di Benedetto cuando éste visitaba mi taller literario para charlar con los integrantes, recuerda que el narrador mendocino también había nacido en noviembre. En el celular, Diego comprueba que sí, tal cual, había nacido en noviembre el día 2 del año 1922 y fallecido en 1986 a los 63 años...
En este punto me abstraigo totalmente. Veo a mis amigos continuando el debate. Los veo sin oírlos. Y de inmediato dejo de verlos, en cambio, me asaltan las imágenes de aquellos dos formidables amigos con los que tantos buenos momentos pasé. Sin vergüenza me atrevo a decir que siento de verdad la presencia de ellos. Mi miran y me hablan. Me veo con Bernardo en su alto departamento de Santa Fe llegando a Callao, tomando el café con macitas que nos servía su mujer. Sebreli llegando tarde. Ella sacándonos fotos a los tres en el balcón. Eran tiempos militares y no había donde publicar. Después, en El Foro, bar preferido por juristas y abogados, ubicado en Corrientes y Uruguay, les presenté al editor Julio Alonso que los publicó. A veces, Bernardo, que era un agnóstico de derecha, me usaba como muro de los lamentos y refrescaba trastadas de parientes que mucho le costó superar, por ejemplo la imprenta familiar, donde ahora alardea el Sanatorio Finochietto. Él, ya normalizando la respiración, terminaba diciéndome que era mejor no hablarlo ¡Pero me lo hablaba!... Lo mismo pasaba con Antonio Di Benedetto, aunque era mucho más medido y controlado; pero un día se soltó y lagrimeó mal recordando su secuestro y prisión. Lo conocí a Antonio gracias a Miguel Briante que me pidió acompañarlo al aeropuerto para recibirlo del exilio. De inmediato fuimos amigos. Luego lo reuní con Kordon y Sebreli. Salvador Samaritano, alma mater de Cine Núcleo, al que yo concurría desde los finales 50 en la Asociación Bancaria, y cuyos fundadores habían sido él, Vena, José Mahieu y Victor Iturralde Rúa, me dijo que los llevara a la Hebraica, y allí fui con Bernardo y Antonio. Salvador los hizo socios “honorarios”, como lo era yo. El cine-club fue un lindo pretexto para vernos una vez a la semana. Casi siempre, luego de la función, íbamos a cenar o comer una pizza, y comentábamos la película vista o farfullábamos de literatura. De tanto en tanto se nos agregaba el “Mono” Villegas, también socio “honorario”...
Una mano en el hombro me aleja del recuerdo: es Luis Alexis Leiva que me llama a la realidad pidiéndome que hagamos un video para su portal. Otra mano me acerca una copa de champán. Extiendo el brazo y festejo deseándole felicidad al amigo que volverá a irse del país. ¡Por el que se va!, corean Alejo Hernández, Yasmín Fardjoume, Carlos Marcos, Matías Carnevale y su mujer Andrea. Bebemos. No hablamos. Alfredo casi que gimotea feo, se pone de pie y levanta la copa:
—Por ustedes, queridos amigos..., que se quedan...
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