“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales

Trincheras vacías repletas de viento

Reseña de Sangre (Alto Pogo, 2021) de Alejandro Guyot | Por José María Marcos | Solo Tempestad | Jueves 9 de diciembre de 2021


El sello Alto Pogo publicó Sangre (2021), primera novela de Alejandro Guyot —cantante y compositor de la agrupación Bombay Buenos Aires—, quien en el mismo año hizo su debut solista con el disco La guerra es adentro, un álbum en el que continúa abrevando en la música argentina, pero ahora desde un pulso más eléctrico. Bombay Buenos Aires irrumpió en la escena tanguera en 1998 y, por su impronta sonora y letrística, se transformó en una referencia bajo el nombre de 34 Puñaladas, denominación que sus integrantes decidieron abandonar en 2019 por considerar que la metáfora que los nombraba (relacionada con el relato de un femicidio) ya no los representaba como provocación punk, dado los cambios socioculturales vividos en el siglo XXI. En 2009 Guyot tuvo su iniciación en el mundo del libro reuniendo textos breves y poesía en Brumarios —traducido al francés—, al tiempo que en 2018 salió su trabajo Canciones de amor, de locura y de muerte (tangos, valses y milongas del siglo XXI) que en el título hace un link con Cuentos de amor, de locura y de muerte, de Horacio Quiroga (1878-1937), escritor icónico del Río de la Plata. Su llegada al disco solista representa el paso natural de un creador que sigue ampliando horizontes de expresión, travesía que, en este caso, vino acompañada por la salida de una novela, en la senda de otros músicos compositores de diversas procedencias y estéticas, desde Víctor Heredia, Fito Páez, Rosario Bléfari y Flavio Cianciarullo hasta Nick Cave, Leonard Cohen, Patti Smith, Javier Corcobado o José Luis Perales, quienes también publicaron narrativa. En su primera ficción, Guyot —nacido en Buenos Aires en 1972— elige el escenario de la crisis del 2001 para contar cómo el tembladeral económico impactó en los descendientes de emigrados europeos, que creyeron ver un oasis en el lugar de procedencia de sus ancestros. Los retazos de una fábula familiar y los balbuceos de un abuelo al que nadie le da crédito hacen que Dante —el protagonista— decida viajar a Italia en busca del tío Bruno Corte Di Re, reclamando su porción de paraíso por tener sangre europea. La tierra del poeta Alighieri lo recibe igual que a cualquier otro inmigrante y sus peripecias transitan de la mano de trabajos mal pagos, relaciones inestables y una precariedad que lo vuelve vulnerable y lo empuja a revelar su falta de escrúpulos. La primera parte funciona en esta dirección y página a página vamos adentrándonos en la comprensión de por qué extraño y extranjero comparten la misma raíz etimológica. La novela se mantiene en este tono hasta la mitad, cuando el protagonista —tras visitar un museo de torturas medievales— da por azar con el tío Bruno y descubre que algunas habladurías del abuelo son reales y que sus antepasados formaban parte de una logia de ebanistas que fabricaban vírgenes preparadas para apuntalar la fe y la creencia en milagros. Ese encuentro marca un viraje en la historia y en la vida de Dante, quien —tras tomar algunas decisiones en una larga noche— regresa a Buenos Aires con una transgresión a cuestas y la ilusión de que abandonará la pobreza para siempre. Ese retorno coincide con el inicio de la segunda parte de Sangre, no porque esté dividida formalmente en dos segmentos, sino porque el registro realista del principio vira hacia el terreno de la pesadilla —como si la culpa fuera un ácido alucinógeno—, y entonces, Dante vive cosas de un realismo hiperbólico, con el distanciamiento de su familia porteña, gatitos de la fortuna que pueden transformarse en estatuas inmaculadas, delincuentes orientales, talleres clandestinos y tráfico de drogas, en un descenso cifrado en el mismo nombre del personaje, que se va internando en un callejón cada vez más estrecho. Para los seguidores de la carrera de Guyot, resultará atractivo conocer esta ficción, porque encontrarán al artista buscando nuevos caminos. Para quienes llegan a él a través del libro, el trayecto inverso también es interesante, pues Sangre podría estar ambientada con parte de su repertorio. Si bien no hay conexiones formales entre la novela y su primer disco, en ambos casos el track que da nombre al trabajo musical podría ser la voz de los fantasmas que organizan una trama desde el trauma de generaciones que crecieron con canciones gastadas de hambre y silencio, soldados heridos de antiguos lamentos, trincheras vacías repletas de viento. Con tambores que gritan: la guerra es adentro.

Sangre (2021)
Autor: Alejandro Guyot
Editorial: Alto Pogo
Género: novela 

Complemento circunstancial sonoro:
La guerra es adentro (Acqua Records, 2021) | Alejandro Guyot