Por José María Marcos | Especial para Cineficción N° 12 | Enero de 2021
Tras haber publicado a comienzos del 2020 su novela policial ¡Priscila, Priscila!, el autor argentino Enrique Medina (Buenos Aires, 1937) cerró el año con la aparición de un nuevo trabajo, Los condenados, editado por el sello Galerna. El punto de partida de la flamante producción fue revisitar La divina comedia, de Dante Alighieri, en el marco de la actual crisis económica y la pandemia mundial por el Covid-19. El hilo conductor es un pintor (Henry) que comparte apreciaciones vía email con colegas, familiares y amigos a medida que los hechos se van imponiendo con desgracias, alegrías, paradojas. Se destacan la frescura de muchos pasajes y la variedad de voces, dado que —a través de distintos seudónimos— la obra cuenta con la colaboración de autores que aceptaron la invitación de Medina a construir una historia coral que pudiese dar cuenta de estos días. “Esta novela fue posible gracias a muchos amigos que se sumaron al desafío de confiarme sus impresiones, mientras que mi admiradísimo Dante Alighieri aceptó cumplir con un papel menor para que yo pudiera asociar su genial infierno con el que nosotros estamos apantallando muy entusiastamente para que las llamas terminen de una buena vez con esta tierra maravillosa que nunca supimos valorar”, nos contó el propio creador. Será un desafío para los estudiosos descubrir qué autores y autoras se esconden detrás de esas cartas que el protagonista de Los condenados —alter ego del prolífico Medina— responde a veces con desilusión y pesimismo, y otras, con arrebatos de lirismo y hasta esperanza.