“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales

El Ciudadano | Halloween en la plaza Belgrano: el terror se hace fiesta y literatura

La celebración que crece en Cañuelas y la mirada del escritor José María Marcos sobre el auge del género en la Argentina. La cita es este viernes, de 17.30 a 20 horas. Allí podrán disfrutar de un show de monstruos, sacarse fotos con distintos personajes, habrá golosinas y premios para los mejores looks 2025.



Este viernes 31 de octubre, la plaza Belgrano será escenario de una celebración que ya se instaló en el calendario local. Desde las 17.30 hasta las 20, Cultura Urbana de la Municipalidad de Cañuelas invita a disfrutar del festejo de Halloween, con más de veinte juegos de kermesse gratuitos, un show de monstruos, personajes para sacarse fotos, golosinas y premios a los mejores disfraces. La propuesta, cada año más esperada por las familias, refleja cómo una tradición foránea se transformó en una cita local ineludible. En paralelo a este fenómeno popular, el escritor uribeño José María Marcos, editor del sello Muerde Muertos, reflexionó sobre el lugar del terror en la literatura argentina. “Para nosotros Halloween era una película, tardamos unos cuantos años en darnos cuenta de que era una fiesta también. Es un fenómeno muy nuevo acá, antes era algo restringido a las profesoras de inglés”, comentó con humor. Marcos, autor y referente del género, destacó el cambio de paradigma cultural: “Hace quince años era una osadía poner una editorial que se llamara Muerde Muertos y reivindicara la literatura argentina de terror. Eso quedó atrás: hoy hasta diríamos que es cool escribir terror”. Entre sus recomendaciones para esta época mencionó títulos como El banquete de Tántalo de Pablo Martín Burkett, Insepulto de Ricardo Rincón Huarota, La ciudad dorada de Enrique Medina y El cazador de mariposas de Patricio Chaija. El autor celebró que “hoy nadie podría decir que una novela de terror no es literatura argentina” y añadió que este auge “permitió leer de otra manera la tradición nacional: entender que cuentos de Cortázar, Bioy Casares o Borges también son de terror”. Finalmente, reflexionó sobre el impacto social de esta apertura: “Con Halloween, mucha gente le perdió el miedo al género. Antes te miraban como si perdieras el tiempo; hoy se acercan con menos prejuicio. Los miedos cambian, y los prejuicios también”.