Reseña de Golpe a golpe. Conversaciones con Enrique Medina (Biblioteca Nacional, 2025), de Matías Carnevale. Por José María Marcos | La Palabra de Ezeiza, 12 de marzo de 2025.
Enrique Medina (Buenos Aires, 1937) es una figura clave de la literatura argentina, dueño de un estilo lúcido, sagaz, penetrante. Su escritura abarca novelas, cuentos, ensayos, poemas, artículos periodísticos. Posee además otras virtudes: tiene buena memoria, sabe escuchar y dialoga con elegancia.
Golpe a golpe. Conversaciones con Enrique Medina (Biblioteca Nacional, 2025) pone foco en esa dimensión oral. Matías Carnevale (Tandil, 1980) lo invita a una contienda de seis rounds, en la línea de los encuentros que el autor acostumbra tener con lectores, amistades, colegas, comunicadores, académicos y aquellos interesados en intercambiar ideas sobre la sociedad, la literatura, la cultura popular, la política.
Los mano a mano se dan en confiterías y cafés porteños, rodeados por mozos y clientes en El Tolón, cerca de las estatuas de Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges en La Biela, con música suave sonando al compás de una máquina de café en La Academia o bajo el influjo del aroma especiado en El Gato Negro. La elección de estos escenarios resulta muy apropiada. Como en el tango de Discépolo, el escritor ha señalado que los bares fueron “una escuela de todas las cosas”.
Medina ama el boxeo como deporte, arte, actitud. Este es otro de los ejes del libro, que muestra a un hombre que nunca baja los brazos, escapa de los lugares comunes y siempre se mantiene erguido. Asistido por el sparring Carnevale lo escuchamos repasar el origen de su novela emblemática Las tumbas (1972), las posteriores creaciones, su relación con el cine, los años setenta, la primavera democrática, la frivolidad de los noventa, las injusticias del siglo veintiuno. El entrevistador enmarca el itinerario con una introducción y un epílogo donde reflexiona sobre la literatura oficial, los márgenes, la circulación de los textos.
Frente a un mundo donde otros eligen hablar sin decir nada, los episodios de Golpe a golpe. Conversaciones con Enrique Medina, de Matías Carnevale, están habitados por seres de carne y hueso, personajes, horizontes, escenas de ficción, alegrías, tristezas, añoranzas, opiniones. Son una prueba cabal del compromiso inalterable del autor por entregarnos palabras íntegras, virtuosas, plenas de sentido.
Golpe a golpe. Conversaciones con Enrique Medina (Biblioteca Nacional, 2025) pone foco en esa dimensión oral. Matías Carnevale (Tandil, 1980) lo invita a una contienda de seis rounds, en la línea de los encuentros que el autor acostumbra tener con lectores, amistades, colegas, comunicadores, académicos y aquellos interesados en intercambiar ideas sobre la sociedad, la literatura, la cultura popular, la política.
Los mano a mano se dan en confiterías y cafés porteños, rodeados por mozos y clientes en El Tolón, cerca de las estatuas de Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges en La Biela, con música suave sonando al compás de una máquina de café en La Academia o bajo el influjo del aroma especiado en El Gato Negro. La elección de estos escenarios resulta muy apropiada. Como en el tango de Discépolo, el escritor ha señalado que los bares fueron “una escuela de todas las cosas”.
Medina ama el boxeo como deporte, arte, actitud. Este es otro de los ejes del libro, que muestra a un hombre que nunca baja los brazos, escapa de los lugares comunes y siempre se mantiene erguido. Asistido por el sparring Carnevale lo escuchamos repasar el origen de su novela emblemática Las tumbas (1972), las posteriores creaciones, su relación con el cine, los años setenta, la primavera democrática, la frivolidad de los noventa, las injusticias del siglo veintiuno. El entrevistador enmarca el itinerario con una introducción y un epílogo donde reflexiona sobre la literatura oficial, los márgenes, la circulación de los textos.
Frente a un mundo donde otros eligen hablar sin decir nada, los episodios de Golpe a golpe. Conversaciones con Enrique Medina, de Matías Carnevale, están habitados por seres de carne y hueso, personajes, horizontes, escenas de ficción, alegrías, tristezas, añoranzas, opiniones. Son una prueba cabal del compromiso inalterable del autor por entregarnos palabras íntegras, virtuosas, plenas de sentido.