“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales

Desde la Gente presentó “Bailarinas”

Ariel Bermani, Maumy González, Carolina Bruck, Laura Massolo, José
María Marcos, Fernanda García Curten, Anahì Flores y Javier Marín.
Se presentó la antología Bailarinas (Desde la Gente, 2018), en la Sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543, CABA), el miércoles 3 de octubre de 2018. Abrieron el evento Anahí Flores (compiladora y autora) y el editor Javier Marín, quienes contaron cómo nació este libro colectivo que pone al ballet clásico en el centro de la ficción. Leyeron Carolina Bruck (su cuento “Qué picardía”) y Maumy González (el relato “Estamos en diez” de Sebastián Grimberg). Por su lado, Ariel Bermani, Fernanda García Curten, Laura Massolo, Alejandra Kamiya y José María Marcos hablaron sobre la génesis de sus relatos. Hubo además con una intervención artística a cargo de las alumnas de la profesora Mariángeles Ale (Danzas) de la Escuela Arte XXI. Fotos: Julio Flores
José Marìa Marcos, Alejandra Kamiya y Anahí Flores.

BAILAR... UN DEPORTE DE RIESGO

En general cuando se trata de ballet uno convoca imágenes de cuerpos en el aire, de saltos difíciles, de puntas de pie, de música clásica o moderna generalmente culta, de belleza. Pero en estos diez cuentos los autores se internan sobre todo en las academias, en los ensayos, en los rencores de hermanas o amigas, en las envidias, en las tensiones de los músculos, del cuerpo.
Las mallas y zapatillas no sólo encierran carne de bailarinas: también una hoja de afeitar, o vidrio molido. Una bailarina triunfal se retira a los 39 años, otra mujer, que ha dejado atrás sus ilusiones, se sienta en una plaza y descubre que a ella también la alcanzó, tal vez más duramente, el Tiempo.
El lenguaje hablado es variado, incluso vulgar, agresivo, supuestamente canchero. A medida que la lectura avanza uno descubre no sólo que escribir de ballet también es escribir sobre el mundo. Ocurre que eso, que es un arte, también tiene mucho de deporte de riesgo. Son cuentos de bailarinas, sí, pero también podrían ser, por la intensidad y la violencia, desplegada o reprimida, cuentos de boxeo.

Elvio E. Gandolfo