—Queso. Como alguna vez dijo Lovecraft en sus cartas, “¡¿a
quién no le gusta?!”.
—¿Y en tu mesa de
luz?
—Un libro. Hoy está la edición de Juan Antonio Molina Foix
de la novela Drácula (1897) de Bram Stoker.
—¿Cuál fue el papelón
de tu vida?
—En esta comedia me conformo con los papeles más sencillos.
—¿Lo que más te hace
reír?
—El sainete negrótico. Ejemplos: la peli Muertos de risa (1999)
de Alex de la Iglesia
o el corto El mate amargo (2012) de Demián Rugna.
—¿Qué harías si
fueras invisible por un día?
—Llevaría adelante un plan que jamás revelaría.
—Tres cosas obligadas
en tu billetera...
—Tres postales que dijeran lo mismo: “Todo pasa”.
—Si tuvieras que
hacerte una cirugía estética, ¿qué cambiarías?
—No me gusta el quirófano. Sólo por artes mágicas aceptaría
un ajuste general.
—Tres cosas que te
seducen del sexo opuesto.
—El cuerpo, la voz, su sabiduría.
—¿Tenés algún
tatuaje? ¿Alguna vez pensaste en hacerte uno?
—No tengo. Sin embargo, podría grabarme a Mort Cinder,
personaje de la dupla Oesterheld-Breccia.
—Si te descubrieran
saliendo con una famosa, ¿quién te gustaría que fuera?
—Preferiría que no me descubran.
—Algo que no soportás
de tu pareja y que nunca te animaste a decirle.
—No puedo declarar. Ella va a leer este reportaje.
—¿Frente a quién te
sacás el sombrero y a quién nunca le darías la mano?
—En la tira Hulk: futuro imperfecto, me sacaría el
sombrero ante el Hulk joven que cree en la humanidad, pese al maltrato y el
desprecio que recibe de su prójimo. Esquivaría al Hulk viejo (a quien llaman
“Maestro”), que odia a todos y seguramente destrozaría los huesos de mi mano.
—La última vez que
pediste perdón y por qué fue.
—Te pido disculpas por no poder responder esta pregunta.
—Si pudieras volver
el tiempo atrás y cambiar algo que hiciste o dijiste, ¿qué sería?
—Trataría de responder la pregunta anterior.
—De toda tu vida, si
pudieras congelar un día para siempre, ¿cuál sería?
—No congelaría ninguno. No me gusta vivir en el frío.
—¿Qué lugar del mundo
te gustaría conocer?
—Me gustaría conocer el estado de Maine de la mano de Stephen
King.
—Si te cayera del
cielo una gran suma de dinero, ¿en qué la gastarías?
—En primer lugar me tomaría unas largas vacaciones para ver
qué hago con esa fortuna.
—Canción, libro y
película favoritas.
—Hoy: un CD completo, Corderos en la noche (1991) de Las
Pelotas; el libro Matando enanos a garrotazos (1982) de Alberto Laiseca; y la
película Sueños de libertad (1994) de Frank Darabont.
—¿Cuál es el piropo
más lindo u original que te dijeron?
—Te parecés a Terminator… en la fase final.
—¿Y el regalo más
insólito que te hicieron?
—Para Reyes me prometieron un loro a cuerda y me trajeron un
robot a pilas.
—¿Te animás a contar algo
que nadie sepa de vos?
—Nací en el planeta Marte.
—¿Alguna asignatura
pendiente?
—Grabar un disco de rock.