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José María Marcos y Mariano Buscaglia. 16 de marzo de 2016. |
Hace unos días tuve el placer de conocer
personalmente a Mariano Buscaglia, autor de la genial Trilogía del Cuchillo
compuesta por las novelas
El retobao,
Homo pampeanus y
Pampa perra (editadas por Fan), donde la gauchesca y lo sobrenatural conviven a sus anchas en
la pampa argentina. En un tríptico recomendadísimo, primero los lectores somos
testigos de las aventuras y desventuras del gaucho Juan María —que lucha por
sobrevivir a las injusticias—; segundo, acompañamos a un periodista argentino criado
en Inglaterra, quien se une al equipo de Florentino Ameghino en la búsqueda del
eslabón perdido entre el hombre y el mono (que se escondería en estos pagos); y
tercero, presenciamos los avatares de un veterano de
la Guerra contra el Paraguay,
que viaja miles de kilómetros para prestar servicio en un ruinoso fortín. Con
modismos propios del ambiente rural y una prosa que nos traslada a un brumoso siglo
diecinueve, tenemos la oportunidad de conocer pulperías, camposantos, tumbas
profanadas, tiroteos, noches espectrales y horrísonas, maleficios, un
enano que anda de aquí para allá bajo un caparazón, cadáveres que caen desde los árboles, pactos con el
malo, un viejo médico brujo, el entierro del angelito, jueces que se aprovechan
del gauchaje, peleas a cuchillo y poncho, seres deformes o maltrechos, asesinos,
la manifestación de leyendas rurales y más, mucho más. En estas historias (que pueden leerse por separado) se nota un profundo conocimiento de la
literatura gauchesca, además de una pasión especial por este universo de tierra
adentro. El año pasado leí un destacado artículo de Mariano, titulado “Weird
gaucho: mojones para un subgénero”, que escribió para al gran
Libro de Oro de
Cinefanía: Weird Western, editado por Darío Lavia. De Mariano también se
pueden conseguir
Las ciénagas del diablo (Fan) y
Trasnoche vudú (Interzona), ambas integrantes de colecciones pulps. Y como si fuera poco, es
el creador del sello Ediciones Ignotas que se dedica a exhumar textos
olvidados. El año pasado, por ejemplo, editó tres nouvelles fantásticas
argentinas del período 1880-1920, escritas por Raúl Waleis, Enrique Rivarola y
Pedro Angelici. Es un groso este paisano. Vale la pena rastrearlo pa’ disfrutar
de sus cuentos con la felicidad de un perro tumbao al sol.