Fans de Stephen King nos dimos una panzada de 24 cortos inspirados en su obra.
Equipo de Restaurant de la Mente: Sebastián, Ariel y Gabriel. |
Una gran experiencia resultó participar del primer festival del King On Screen realizado entre el 5 y 6 de noviembre 2011 en el Centro Metropolitano de Diseño, ubicado en el barrio porteño de Barracas. Estuvimos allí con varios amigos, entre ellos el director de INSOMNIA, Ricardo Ruiz, uno de los mayores especialistas de la obra de Stephen King.
Organizado por el talentoso equipo de Restaurant de la Mente —Ariel Bosi, Gabriel Vaianella y Sebastián Maletti—, se exhibieron 24 cortometrajes basados en historias del Maestro de Maine, incluyendo tres realizados en Argentina, dos de los cuales fueron presentados y comentados por sus propios directores: Diego Betancort se jugó con una ominosa puesta para “El Pistolero y El Hombre de Negro”, mientras que Favio Gayoso presentó una adaptación porteña de “El hombre que amaba las flores”. Ambos cortos fueron muy bien recibidos por los fans. El tercer corto argentino fue “El sueño de Harvey”, de Rodolfo Weisskirch.Hubo animaciones como “Parto casero”, del español Elio Quiroga —el gran director de “La hora fría”— y “Livraison matinales” (“Reparto matutino”), de Florent Mack; un corto en base al poema “Paranoid” (“Paranoia”), a cargo de Jay Holben; producciones de gran calidad y costo como “Everything’s eventual” (“Todo es eventual”), de J.P. Scout, que duró una hora y veinte; una obra dedicada al atentado del 11 de septiembre de 2001, titulada “The things they left behind” (“Las cosas que dejaron atrás”), de Pablo Macho Maysonet; una pionera filmación de 1987 del relato “The lawnmower man” (“El hombre de la cortadora de césped”), de James Gonis, que pese a los años y a lo difícil de adaptar una historia tan surrealista tuvo una buena recepción.
Pudieron, además, compararse distintas adaptaciones. De “The man who loved flowers” (“El hombre que amaba las flores”) hubo dos films: el de Favio Gayoso y el de Chris Harrison. Lo mismo sucedió con “All that you loved will be carried away” (“Todo lo que amas te será arrebatado”), por Scott Albanese y por James Renner, y con “Cain rose up” (“Apareció Caín”), por Robert Livings y por Jeven Dovey. No faltó un poco de gore con la proyección en el cierre de “Survivor Type” (“Superviviente”), de Chris Etheridge.
Otros cortos fueron: “In the deathroom” (“En la habitación de la muerte”), de Luke Cheney; “My pretty pony” (“Mi bonito Pony”), de Mikhail Tank; “Grey matter” (“Materia gris”), de James Cox; “Luckey quarter” (“La moneda de la suerte”), de Robert Cochrane; “The road virus heads north” (“El virus del camino se dirige hacia el norte”), de Dave Brock; “Umney’s last case” (“El último caso de Umney”), de Rodney Altman; “The Boogeyman”; “Strawberry Spring” (“La primavera de fresa”), de Doveed Linder; “A very tight place” (“Un lugar muy estrecho”), de Derek Simon; y “The man who would not shake hands” (“El hombre que no quería estrechar manos”), de Ian Klink.
Agradezco y felicito al equipo de Restaurante de la Mente por la concreción de este primer King On Screen.
Diego Betancort habla de “El Pistolero y el Hombre de Negro”. |
Proyecciones a sala llena. |
EL ORIGEN DE LOS CORTOS. Ante la consulta de varios estudiantes de cine que querían adaptar cuentos de su libro Night Shift (El umbral de la noche), Stephen King inventó a fines de los 70 el “Dollar Baby”, a través del cual —por la módica suma de un dólar— los directores nóveles pueden adaptar un cuento y exhibirlo en festivales. En Argentina, el King On Screen 2011 fue el primer festival dedicado exclusivamente a estos trabajos. Un antecedente data del 2006 cuando se exhibieron estos cortos en la Muestra Internacional de Cine Independiente de Mar del Plata.