“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales

“El terror y lo delirante parten de la premisa de hablar de la realidad desmenuzándola con una motosierra”

Palabras de José María Marcos durante la presentación de los libros Ingrávido y Los fantasmas siempre tienen hambre (*).

Por si alguien entró a este recinto con la intención de escuchar el lanzamiento de El combustible espiritual: volumen 8, les cuento que en realidad nosotros vinimos a presentar dos libros de la Editorial Muerde Muertos. Hago esta aclaración, porque aún están a tiempo de retirarse y llegar a la otra presentación. Eso sí: si se quedan, estaremos muy agradecidos. Y prometemos, al final, agasajarlos con alguna cosita.
Mi nombre es José María Marcos, soy el autor de Los fantasmas siempre tienen hambre, un compendio de once cuentos de terror, y comparto la mesa con Fernando Figueras, quien escribió Ingrávido, con siete relatos emparentados a la mejor tradición del realismo delirante. También nos acompaña el escritor y periodista César Melis, nuestro invitado de lujo que se referirá al contenido de las obras. Le agradecemos su esfuerzo.
Comprendo que aquellos que venían a ver la presentación de El combustible espiritual: volumen 8, se estarán preguntando qué es Muerde Muertos. No desesperen: voy a contarles brevemente.
Muerde Muertos nace en principio de la necesidad de expresión de los hermanos Marcos: quien les habla y mi hermano Carlos, que hoy estará a cargo de la venta de los libros. Aclaro que los Marcos somos ocho hermanos, pero al resto —se están enterando en este momento— les venderemos acciones para sostener el proyecto. Las regalías comenzarán a cobrarse a partir del 2055. ¡Quédense tranquilos que la literatura es muy rentable a largo plazo! Si no, pregúntenle a Poe o Kafka, por ejemplo.
Como les decía, Muerde Muertos nació a partir de la idea de estos hermanos Marcos, pero, claro, para poner en marcha este proyecto sumamos a otras voluntades. Entre ellos, y a quienes estamos muy agradecidos, figuran:
Mica Hernández, genia total, que hizo un trabajo bellísimo en relación al arte de las tapas. Entre nos, creo que eso ayudará a que se vendan más libros. De lo contrario, sólo Dios sabe qué hubiera pasado. En fin, creemos que es un lindo regalo para Navidad. No sé si me entienden. ¡Gracias, Mica, por el trabajo y el arte!
Alejandra Zina, que leyó con mucho amor los cuentos de fantasmas y escribió una exquisita contratapa. Ella, además de ser una gran escritora, que tiene sus debilidades por el terror, también —al igual que nosotros— es alumna de Alberto Laiseca, quien está muy presente en estos libros. ¡Vaya mi gratitud, como colega de ruta!
En cuanto a la distribución a cargo de mi hermano Carlos, contamos con el apoyo de los socios de la “Librería Y Su Doble”, ubicada en Rodríguez Peña 698 y Viamonte, de la ciudad de Buenos Aires, y con Francisco Offenhenden, quien nos brindó un enorme asesoramiento al respecto. ¡Muchas gracias a ellos, también!
Otros que quiero destacar son aquellos que nos están dando una mano para la promoción. Entre ellos: Leonardo Oyola (que estuvo convenciendo mediante hipnosis o algo parecido a ciertos periodistas para que difundieran los libros); la Casa de la Lectura (a Susana Villalba y su equipo, quienes posibilitaron la concreción de esta presentación); Omar Trisciuzzi; Nicolás Correa; Marcelo Balsells (lector empedernido y animador cultural); Juan Guinot (que hizo que nuestros libros aparecieran en Fantastic 2010 de España); los amigos de Acá No Es (de FM La Tribu); Juan Burzi (Los Asesinos Tímidos); Gabriela Cabezón Cámara (autora de La Virgen Cabeza); la escritora española Pilar Alberdi; las revistas Insomnia y miNatura y otros tantos más. ¡Gracias a todos por confiar en nosotros!
Y, por supuesto, a Raquel Buela, mi compañera, que ha estado desde un comienzo atenta a todos los detalles.
¿Y a qué nos queremos dedicar desde Muerde Muertos? Les explico: nuestra apuesta son aquellas obras de autores contemporáneos, abocados a corrientes de la literatura que buscan abordar la realidad desde lo fantástico, el terror, lo erótico o lo extraño.
Nuestros primeros tres lanzamientos son los dos libros que presentamos hoy, más un tercer título (Inmaculadas, de mi hermano Carlos), que saldrá a la luz en breve. Inmaculadas, les anticipo, es una gran obra vinculada a la literatura erótica y debe exhibirse en horario de protección al menor. Sé que algunos sobrinos van querer estar presentes, pero, queridos niños, eso deberán arreglarlos con sus padres. Como diríamos en casa, “son cosas del tío Carlitos”. Igualmente, ¡altamente recomendado por Muerde Muertos Editorial!
¿Qué puedo decir en mi rol de editor, en relación a Ingrávido? Mucho, porque más que editor soy fan de Figueras, pero prefiero dejarle esa tarea a César Melis, quien sin dudas lo hará mejor que yo. Puedo, sí, contar que Fernando gusta describir episodios que pueden ser tomados como delirios, pero, les aseguro, no son mucho más delirantes que la realidad misma.
¿Por qué presentar un libro de realismo delirante junto a un libro de cuentos de terror, como Los fantasmas siempre tienen hambre? Como lector, pienso que entre el terror y lo delirante hay una enorme relación, porque ambas corrientes parten de la premisa de hablar de la realidad desarmándola tiernamente, como diría Clive Barker, con una motosierra.
El mejor antecedente hispano que encontré de esta unión de delirio y terror está en el recordado ciclo “Historias para no dormir”, de Narciso Ibáñez Menta y su hijo Ibáñez Serrador, momento cumbre, si los hay, de calidad de estas corrientes, al que nos gustaría aspirar como autores y como flamante editorial.
Ojalá hayamos creado historias que satisfagan sus gustos como lectores y, de antemano, les agradecemos su voto de confianza al estar acá. De verdad, ¡muchas gracias!
Ahora, los dejo con Fernando Figueras, quien les hablará del proceso de escritura de El combustible espiritual: volumen 8. Perdón, perdón, les hablará de Ingrávido. Adelante, comandante Figueras.
(*) Casa de la Lectura, Lavalleja 924, Buenos Aires, 26 de noviembre de 2010.