Entrevista de Mariano Quirós para Chaco en Línea | Miércoles 12 de agosto de 2020
La diversidad de voces y temáticas es un rasgo característico de la Feria Digital del Libro Leer es tu Derecho. Una diversidad que también se vislumbra en las propuestas literarias, en los abordajes y en los encuentros anunciados. Será por demás significativa, en ese sentido, la charla Clase B, literatura fantástica, que mantendrán este jueves 13 de agosto a las 20 los escritores Leonardo Oyola —autor de la exitosa novela Kryptonita—, José María Marcos —responsable del sello Muerde Muertos—, y Alfredo Germignani —a cargo de la plataforma cultural chaqueña Literatura Tropical. El escritor y editor José María Marcos también participó de esta Feria con dos encuentros titulados La Dimensión Extraordinaria: Episodios I y II, donde propuso un recorrido desde los seres mitológicos al cuento de terror argentino. Marcos ofreció su punto de vista acerca del particular momento que atraviesa el mundo del libro a raíz de la pandemia por el coronavirus. Autor de las novelas Recuerdos parásitos (2007) y Muerde muertos (2012), en coautoría con su hermano Carlos Marcos; de las nouvelles El hámster dorado (2014), Monstruos de pueblo chico (2015) y Frikis mortis (2016), dedicadas al público infantil y juvenil; el poemario Haikus Bilardo (2014), con Fernando Figueras; y los libros de cuentos Los fantasmas siempre tienen hambre (2010) y Desatormentándonos (2020). José María dirige el semanario La Palabra de Ezeiza —fundado en 1994— y Muerde Muertos, sello creado en 2010 con su hermano Carlos.
—¿Cómo te llevás con la comunicación virtual, con la charla virtual?
—Me gusta mucho la conversación. Disfruto del encuentro y del intercambio con otras personas. Siempre es enriquecedor. En cuanto a la comunicación a partir de nuevas plataformas, creo que se abren posibilidades y expectativas, que no siempre están acompañadas por buenos teléfonos, cámaras, conexiones, micrófonos, auriculares. Eso afecta tanto a la comunicación como a la salud de oídos y cuerdas vocales. Por otra parte, estos servicios permiten encuentros que antes se harían difíciles por la distancia. Con el tiempo, confío en que mejoraremos los dispositivos y las reuniones virtuales serán más amenas. Habiendo posibilidad de elegir, aún me inclino por el teléfono fijo, que parece estar completamente inventado.
—¿Qué puede ofrecer un escritor ante una situación inédita, tan insólita como una pandemia?
—No lo sé con certeza. En lo personal, cada mañana trato de regalarle una sonrisa y palabras de aliento a mi mujer y a quienes tengo ocasión de tratar. Hace algunos años, me visitó el fantasma de Jacob Marley —ese que se hizo famoso en Cuento de Navidad de Charles Dickens—, mantuvimos una larga charla, y comprendí que es lo mejor que puedo hacer, mientras voy viviendo y escribo sobre lo que me conmueve. Si no leyeron el libro de Charles Dickens, se los recomiendo.
—¿Escribiste y trabajaste más, menos, en estos meses? ¿Leíste más?
—Me dedico al periodismo, la edición y la escritura creativa desde hace casi treinta años, y en estos meses mantuve más o menos un ritmo regular de trabajo. Al principio, me costó conectarme particularmente con la lectura de ficción y con la creación, al sentirme un poco abrumado, pero fui reencontrándome con esta faceta. Para mitigar muchos de esos momentos, por fortuna, estuvieron los melodramas seriales, las películas de terror de distintas latitudes y las comedias españolas.
—¿Cómo te llevás con la lectura digital?
—Tengo una relación más afectiva con el libro de papel, pero poco a poco me voy acercando al ebook. Quizá algún día nos hagamos amigos.
—Como especialista en el asunto, ¿cómo ves la actualidad de los géneros literarios en la Argentina, sobre todo del terror, de la ciencia ficción y del fantástico?
—Argentina tiene una fuerte tradición de autores que uno puede leer desde el terror, la ciencia ficción y el fantástico. Sobre esta idea, hace años atrás, pusimos en marcha el sello Muerde Muertos, cuando aún éramos pocos los que nos situábamos en esta senda. En los últimos tiempos, se le ha dado un lugar a esta perspectiva, provocando que las miradas y los focos le prestaran atención, algo que con el tiempo volverá a transformarse.
—¿Te hacés una idea de lo que será, por llamarlo de un modo vulgar, el mundo del libro a partir de la llamada pospandemia?
—Difícil es predecir qué sucederá en el mundo del libro, por no decir en el mundo entero. Quién sabe cómo se transformarán imprentas, librerías, distribuidoras, editoriales, ferias, ciclos y demás encuentros. Qué nuevas prácticas incorporarán lectores y escritores, o cómo se reconfigurará el trabajo en relación a la creación. Habrá que ver cómo se restablecen las relaciones tras la pandemia y la brutal crisis económica que atravesamos.
—¿Qué será de nosotres?
—De algún modo, la vida se encargará de mostrarnos cómo seguir adelante y la imaginación nos ayudará al descubrimiento y construcción de un nuevo mundo.