“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales

Avistamiento de raras obras literarias

Primer mensaje extraplanetario (Ignotas, 2019) de Franck G. Robertson. Por José María Marcos, para Solo Tempestad

Ediciones Ignotas sigue sorprendiéndonos con el rescate de piezas relegadas de la narrativa argentina. A través de su Colección Facsimilares, esta vez nos presenta la novela Primer mensaje extraplanetario, publicada en 1956 por la editorial BO-SI, con la firma de Franck G. Robertson. Este nuevo eslabón se suma a la serie de la Colección Los Exhumados compuesta, hasta el momento, por Casos policiales de William Wilson, de Vicente Rossi (reeditada recientemente con un estudio crítico de Román Setton);  La máscara del horror y otras pesadillas fanta-bélicas, de Ernesto Bayma; El vampiro y otros cuentos de horror y misterio, de Víctor Juan Guillot; y Tres nouvelles fantásticas argentinas: El doctor Whüntz, fantasía (1880), de Raúl Waleis (seudónimo de Luis V. Varela); Mandinga (1895), de Enrique E. Rivarola; y El homunculus (1918), de Pedro Angelici.
Acorde a una estética que no ahorraba esfuerzos en llamar la atención en los puestos de diarios y revistas, Primer mensaje extraplanetario presenta una tapa con una ilustración de José Raggi donde se ven unos amenazantes extraterrestres, junto a un platillo volador, enfrentando a un hombre, con un título en letras blancas y un subtítulo en rojo que se pregunta: “¿Invadirán la Tierra extraños seres de otros planetas?”. La historia relata el arribo de alienígenas a una estancia en territorio bonaerense y da cuenta de las agitaciones de una época en la que proliferaron los testimonios de avistamientos y, a su vez, crecía el temor de una catástrofe mundial a causa del descubrimiento de la energía atómica. Estos seres se contactan con un hombre común y corriente para decidir si deben castigar o salvar a los humanos, haciéndole entender que no hay dónde esconderse ante una catástrofe planetaria, en una epopeya con un capataz indómito, facones y otros condimentos propios de estas llanuras.
La reproducción fue posible gracias a la colaboración del mexicano Adrián Segundo González, especialista en textos ufológicos y creador de la Biblioteca Forteana; al tiempo que Ariana Jiménez se encargó de la restauración. En la introducción “Breve historia de una abducción literaria”, Christian Vallini Lawson y Mariano Buscaglia brindan un panorama de la narrativa argentina sobre ovnis y dan el contexto necesario para valorar este insólito volumen que, entre otras singularidades, utiliza el término “extraplanetarios” en lugar de “extraterrestres”. Como detectives bibliográficos, reconstruyen las pistas que revelan que la autoría detrás del seudónimo “Franck G. Robertson” correría por cuenta de uno de los hermanos Duclout —o, tal vez, los dos (Jorge y Napy), quienes tenían relación con BO-SI, emprendimiento de Helvio Botana—, en uno de los tantos hallazgos que forman parte del encantador reencuentro con estos textos fundacionales. http://ediciones-ignotas.blogspot.com/

Primer mensaje extraplanetario (2019, edición facsimilar de la publicación del sello BO-SI de 1956)
Autor: Franck G. Robertson
Editorial: Ignotas
Introducción: Christian Vallini Lawson y Mariano Buscaglia
Género: novela

Complemento circunstancial musical: En sintonía con esta reseña recomiendo escuchar la banda argentina Los Antiguos que asimiló la ufología a su poética. Integran el grupo: Pato Larralde (voz), David Tano Conforti (guitarra), David Iapalucci (guitarra), Mow Houdín (bajo) y Pablo Huija Andrés (batería). Hasta el momento, Los Antiguos tiene tres producciones: “Simple” (2013), “Madera prohibida” (2015) y “Oro para las naves” (2019), este último con formato de ovni. En la foto que ilustra esta nota, dicho objeto volador está avistando Primer mensaje extraplanetario.