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“Fantasía y terror en Cuerno Callado”

José María Marcos, Fabiana Nolla Portillo, Paola Dickstein,
Victoria Bayona, Damián Blas Vives y Verónica Halac.
Gerbera Ediciones, dirigida por Fabiana Nolla Portillo, presentó Fantasía y terror en Cuerno Callado de Victoria Bayona, el sábado 4 de junio de 2016, en la Librería Soplavientos (Palestina 770, Almagro), a cargo de Verónica Halac. Con Damián Blas Vives tuvimos la oportunidad de dialogar con la autora y hablar de su nuevo libro. Hubo merienda fantástica y Paola Dickstein leyó el cuento El hacedor de velas. A continuación transcribo mis comentarios.

Una vela en la oscuridad

Palabras de José María Marcos en la presentación de Fantasía y terror en Cuerno Callado de Victoria Bayona (Gerbera Ediciones, 2016). Librería Soplavientos (Palestina 770, CABA), sábado 4 de junio de 2016.

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Vi un ejemplar de Fantasía y terror en Cuerno Callado por primera vez en el 3º Encuentro Internacional de Literatura Fantástica, que tuvo lugar entre el 6 y 10 de mayo de 2016, organizado por Damián Blas Vives. Lo vi al pasar, lo tuve en mis manos un ratito en el Café Del Lector, que está al lado de la Biblioteca Nacional, y enseguida me llamaron la atención varias cosas.
Primero: el diseño, la textura, el colorido, las ilustraciones de Fernando Falcone, la tipografía, el monstruo de la tapa, el logotipo rojo de Gerbera Ediciones, la contratapa de Pablo De Santis, el olor a recién impreso, todo eso que también hace a la magia del libro.
Y enseguida pensé, porque se nota, que está confeccionado con mucho amor. Luego, confirmé esa idea cuando fui conociendo la historia de su nacimiento, que se halla en el epílogo. Es una historia que habla de la literatura como un lugar de encuentro, hecho que celebro, porque nos trajo a todos los presentes, hasta aquí, esta tarde... que incluye una merienda fantástica con muffins que no quería perderme.

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Lo segundo fue: ¡qué lindo título!
Fantasía y terror en Cuerno Callado. 
Es una frase que enseguida interpela, y tras leer el contenido, corroboré cuán inspirada había sido su elección.
¿Qué me pasa con este título?
Me gusta cómo se complementan sus palabras, cómo dialogan entre sí.
Por un lado, está el encuentro entre fantasía y terror. “Fantasía” comparte su raíz con “fantasma”, mientras que “terror” hace alusión al camino que sólo podemos transitar entre el miedo y el deseo, entre aquello que queremos pero se encuentra rodeado de obstáculos, muchos de ellos... tenebrosos y fantasmales.
Y después está el nombre del pueblo donde ocurren estas historias: Cuerno Callado. Me parece un gran acierto, porque habla de que el silencio no es sólo la falta de sonido, sino, además, la evocación, la remembranza de aquello que enmudeció, que dejó de sonar, pero que vive en ese silencio.
En este diálogo sugerido (o en estos diálogos entre fantasía/terror, miedo/deseo, silencio/palabras, Cuerno/Callado) se percibe un murmullo que recorre todo el libro y que es donde mejor trabajan estos relatos escritos, sin duda, desde el corazón.

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Una breve digresión. No quiero dejar pasar que se trata de un conjunto conectado con otros títulos de Victoria. El terror y el misterio de Los monos fantasma o La maestra; el despertar del pasado en Dalila y los tritauros; el mar y sus desafíos en la saga Los viajes de Marion, por dar algunos ejemplos que no agotan otras posibles asociaciones. Quien llegue a Cuerno Callado tendrá un mundo por investigar, o, bien, seguirá disfrutando de este universo en expansión.

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Puntualmente el libro que presentamos hoy tiene seis relatos (“Cuerno Callado”, “El señor Fuentes”, “El niño de las avispas”, “Amelia”, “El hacedor de velas” y “El capitán fantasma”). Como dice Pablo De Santis, se trata de un conjunto que juega entre el mundo de los cuentos y la novela. De todos podría decir algo, porque hay enigmas, amor, aventura y demás etcéteras, pero voy a referirme al que se llama “El hacedor de velas”.
Tuve la suerte de leerlo, originalmente, cuando salió en el 2013 en la revista digital Huellas de Tinta, a propósito de la partida de Annie Yohai (1993-2013), quien fundó dicha publicación que hoy sigue vigente.
Recuerdo que era para fin de año y pensé: qué difícil es hablar de una pérdida. Cuando concluí su lectura, me admiró cómo Victoria había encontrado una forma de referirse al dolor, pero sin rendirse ante su presencia, recreando la historia de un chico que soñaba con tantas ganas que hacía soñar a los demás, aun cuando su vida fuera frágil cómo la llama de una vela.
En aquella versión, Victoria citaba una frase usada por Roald Dahl (una de sus favoritas y que ahora figura en el epílogo), que resonó en mí de varias maneras. Dice: “Mi vela arde por sus dos extremos, no durará la noche. Pero, ah, mis enemigos, oh, mis amigos, da una luz encantadora”.

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Cuento sólo dos asociaciones.
De movida, pensé en mi señora, Raquel Buela, que canta tangos y en su repertorio tiene una milonga titulada “Y voy cantando al andar” (con música de Carmen Guzmán y letra de Héctor Negro). Es una canción bellísima que habla de las pérdidas y de cómo seguir adelante. Cito uno de sus pasajes: “Pueden faltarme, lo sé, / muchas cosas lejanas. / Pero en el sueño alumbré / la más clara mañana. // Sigo, con mi sueño como amigo. / Y la estrella que persigo, / más cerca se ve brillar. // Libre, yo seguiré mi camino. / Con esta luz me ilumino. / Y voy cantando al andar…”.
A su vez, las palabras convocadas por Dahl, a la luz de “El hacedor de velas” y los demás cuentos, me hicieron evocar otra frase que me acompaña hace más de 20 años. (Según Google hoy a la mañana, para algunos es de Confucio, y para otros, como lo recordaba yo, es un proverbio árabe). En cualquier caso, señala: “Es mejor encender una vela que maldecir a la oscuridad”.
Celebrando la salida de Fantasía y terror en Cuerno Callado, agradezco a Victoria, Annie, Gerbera Ediciones (y todos los que están aquí reunidos) por ser personas que, estimo, tienen a su sueño como amigo, y que frente a la noche más oscura cantarán una canción, abrazarán a sus hijos, padres, hermanos, parejas y seres queridos, o abrirán un libro (tal vez este), para encender una luz de esperanza que hará más bello nuestro mundo.
Fantasía y terror en Cuerno Callado de Victoria Bayona.
 Paola Dickstein, Damián Blas Vives, Victoria Bayona.
José María Marcos y Verónica Halac.