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El Conde Laiseca celebra aniversario con sus discípulos y su legado intacto
¿Cómo festejan su cumpleaños los grandes? Rodeados de cariño y admiración. Y hace unos días esto se vio reflejado en la celebración de cumpleaños del escritor Alberto Laiseca... mi mentor. Sebastián Pandolfelli, Selva Almada, Juan Guinot, José María Marcos, Natalia Rodríguez, Guillermo Valdez, Hernán Brignardello, Juan Rapacioli, Odiseo Sobico, Hong I Wu, Julieta Laiseca y yo estuvimos reunidos para rendirle honor a un gran ser humano.
Pero... ¿cómo describir a quien escribe? A ese que creó la novela más larga de la historia argentina. ¿Cómo elegir esas letras que formen la palabra correcta para decirle cuánto lo queremos? Es casi imposible pero haré un intento como aquella primera vez que me puso un ejercicio de escritura: Si hoy tuviera “Un turno para morir” lo haría hablando acerca de aquel “Novelista atonal” que un día tuvo el valor para ir “Matando enanos a garrotazos” por el mundo sin temor al qué dirán.
El que me contó “Poemas chinos” y me habló de las virtudes de “La hija de Kheops”. Ese que visitó a “La mujer de la muralla” para gritarle a todos “Por favor, plágienme”; el que regó “El jardín de las máquinas parlantes” tan bien que nos regaló inspiración. “Los sorias” lo persiguen y lo abrazan, es como “El gusano máximo de la vida misma”.
Tengo que confesar que cada noche “En sueños he llorado”, “Gracias chanchúbelo” por tu tiempo, por estar, porque sin tus “Cuentos de terror” nunca hubiera podido “Beber en rojo” y me hubiera perdido todas “Las aventuras del profesor Eusebio Filigranati”. “Sí, soy mala poeta”, pero ahí en “Las cuatro torres de Babel” observo “El artista”, maestro, amigo, confidente, padre y consejero que tenemos a nuestro lado.
Eres tan sorprendente que hasta un “Manual sadomasoporno” inventaste, “Ilusorias” o no, con los años nos formaste… El equipo Laiseca: los discípulos, los aprendices, los soñadores, los rebeldes, los vengadores, los locos, los visionarios, los bizarros, los intensos, los oscuros, los adjetivos que vengan aquí estamos…justo enfrente de “La puerta del viento”.
La Guarida del Monstruo está abierta y tu legado intacto… gracias, Lai. ¡Felices 75 años!