“El fondo del corazón es árido. El hombre siembra sólo aquello que puede… y lo cuida”. Stephen King, Cementerio de animales

“Una historia de terror, con una fábrica embrujada y un hámster que cataliza poderes invisibles”

EXPERIMENTO CON ROEDORES. Editorial Del Naranjo publicó El hámster dorado (2014), de José María Marcos, en la Colección La Puerta Blanca. El sábado 2, el autor estuvo firmando ejemplares en el Stand 168 de la 24º Feria del Libro Infantil y Juvenil, realizada en el Espacio Dorrego. 

Entrevista de Juan Manuel Rizzi, para La Información (*)

José María Marcos, nacido en Uribelarrea en 1974, publicó el libro de cuentos Los fantasmas siempre tienen hambre (2010); las novelas Recuerdos parásitos (2007) y Muerde muertos (2012), ambas con su hermano Carlos; y el poemario Haikus Bilardo (2014), con Fernando Figueras. El 6 de agosto junto a su hermano y su amigo Figueras también brindó la charla “Mil Maneras de Acabar con Frankenstein”, sobre la obra clásica de Mary Shelley. Fue en el Centro Cultural San Martin en el marco del Festival BAN! Buenos Aires Negra 2014, de características internacionales.
—¿Qué novedades trajo en la creación la escritura de una novela infantil? ¿Para qué edades la pensaste?
—Escribí esta novela por sugerencia de una admirada escritora, quien es autora de una valiosa obra para adultos, jóvenes y niños. Ella conoce mi vocación por el género fantástico y el terror, y en una ocasión, me preguntó si nunca había pensado en escribir literatura infantil y juvenil. Le dije que me encantaría, y entonces, bajo su impulso y supervisión, comencé. El resultado es esta novela que publicó Del Naranjo. Desde lo creativo resultó una experiencia muy estimulante. Revisité textos clásicos (Perrault y Los Hermanos Grimm, por ejemplo) y leí con mayor atención a varios autores contemporáneos para ver el estado actual de la literatura infantil y juvenil. Mis guías y modelos a seguir fueron Liliana Bodoc, Pablo de Santis, Norma Huidobro, Lidia Bojunga, Juan Frías y Ema Wolf, principalmente. En ese tránsito descubrí que existe en Argentina una enorme cantidad de autores dentro de la literatura infantil y juvenil, y eso me parece muy motivador. Integra la colección La Puerta Blanca, con obras sugeridas para lectores a partir de 11 años. Pero, en lo personal, escribí con la ilusión de que les gustase tanto a mis sobrinos/as como a los lectores de mis anteriores libros.
—¿Cuál es el argumento y el género de la novela, si se puede adelantar?
—Es una historia de terror, con una fábrica embrujada y un hámster que cataliza poderes invisibles. Relata la historia de Camila, una nena que vive con su madre y un grupo de marginales en un edificio abandonado. Son víctimas de situaciones de riesgo y se hallan al borde del peligro. En la vida de Camila aparece un hámster, que termina siendo un compañero inesperado, que la ayuda a conectarse con otros chicos del barrio y a tener una esperanza.
—Los hámsters son roedores en general domésticos, relacionados con el humano de un modo peculiar. Yo por ejemplo tengo el aciago recuerdo infantil de haber matado uno que teníamos en casa de un pisotón de una manera accidental. ¿A qué viene en tu caso la elección del animal?
—En situaciones extremas y sin salida, a veces, hay algo que nos recuerda que luego de cualquier noche, por más oscura que sea, siempre sale el sol. Quería trabajar ese concepto y en un primer momento creí que un libro sería un buen compañero para Camila. Más tarde me incliné por un organismo vivo: una mascota. Nunca tuve un hámster, pero, sí, perros y sé que los animales ejercen, mayormente, una influencia positiva en sus dueños, por el afecto que dan y sobre todo el que son capaces de recibir. El hámster resultó el elegido, porque me lo imaginé dando vueltas y vueltas en su rueda sin ir a ningún lado. De algún modo, visualicé en esa acción una buena metáfora de lo que nos pasa muchas veces. Día a día trabajamos, estudiamos y corremos, pensando que siempre estamos en el mismo lugar, sin darnos cuenta de que los días pasan y el tiempo nos va cambiando, y por eso, no hay que aflojar en nuestra marcha. La rueda del hámster era una buena alegoría de la rueda de la vida.
—¿Cómo llegaste a Del Naranjo? Ya que es bastante difícil a veces que una editorial se interese por nuevos autores.
—Habiendo escrito la novela, comencé la incierta búsqueda de quién puede interesarle el manuscrito. Pasó bastante tiempo hasta que pude encontrar a alguien que lo leyera. Sucedió en un festival literario tras haber dado una charla sobre zombis. Entre los presentes había una autora que buscaba material para Del Naranjo y surgió la posibilidad de enviarle esta novela que estaba terminada hacía un tiempo largo. Por fortuna, gustó y estaban las condiciones dadas para su publicación. Por iniciativa de la editorial, el libro fue ilustrado por Gabo Bernstein, que hizo un trabajo precioso. En este sentido, agradezco a todo el equipo de la editorial Del Naranjo por la confianza puesta en El hámster dorado.

(*) Página 27, agosto de 2014.