El cineasta Teo Kofman dictará el seminario Introducción al Audiovisual: Cine y Televisión, con el auspicio de La Palabra de Ezeiza. “La idea es que aquellos que desconozcan la industria del cine, la televisión e internet tengan un primer acercamiento al abanico de posibilidades artísticas que se les abre a la hora de transformar en realidad sus ilusiones”.
La inscripción y la participación son gratuitas. Sólo se pedirá a los concurrentes un alimento no perecedero, para entregar a una entidad de bien público. El curso se desarrollará los lunes 1, 8, 15 y 22 de septiembre de 208, de 16 a 18, en el microcine del Centro Administrativo Comunal (Avellaneda 51). Informes e inscripción: lapalabra@infovia.com.ar. Teléfono: 4232-6274 (lunes a viernes de 9 a 14).
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El seminario abarcará nociones básicas de cine, tevé e internet. “Este curso es una apretada síntesis de la historia de los medios audiovisuales. Se trata de un recorrido histórico que va desde el nacimiento del cine en 1895 hasta la actualidad, con internet en el centro de la escena, que permite mostrar on-line lo que sucede en cualquier parte del mundo”, explicó Teo Kofman en diálogo con La Palabra de Ezeiza.
—¿Cuáles son las diferencias esenciales entre narrar con palabras y hacerlo con imágenes?
—La frase "Una imagen reemplaza a mil palabras" es falsa porque hay mil palabras irreemplazables. Y, de igual modo, hay ciertas imágenes que son insustituibles. Cada medio tiene su ámbito creativo personal e intransferible. El libro tiene una visión uno a uno: del escritor al lector. El cine apunta a la masividad, y la televisión, a una mayor masividad porque se trata de una proyección multipantalla. Hoy, internet abre nuevas puertas, con posibilidades mayores a las del cine y la televisión, y aún se desconocen los alcances de esta revolución digital.
—Usted tiene una larga trayectoria en la industria audiovisual. ¿Cómo vive este momento?
—Cuando empecé a filmar la única manera era a través de 35 milímetros. Era carísimo, dificilísimo y lentísimo. Producíamos imágenes que recién podíamos ver al día siguiente en el laboratorio, y no sabíamos siquiera si habían salido. Luego había que pensar en el sonido, y, para ello, podían transcurrir meses o años. Hoy se logra simultáneamente. La edición tarda minutos, segundos, y así lo hacen programas como "CQC". Incluso, a veces, se edita en el camión de exteriores.
—¿Qué se ha perdido con esta velocidad?
—Se gana mucho en cantidad, pero se ha perdido mucho en profundidad. La calidad disminuyó, pues normalmente es azarosa en la velocidad. Lo crucial está en la toma de imágenes y en la edición, y para alcanzar un producto de calidad se necesita tiempo para una buena edición. En la velocidad se deslizan muchos errores. Por este motivo aparecen en la pantalla productos que todavía están inmaduros.
—¿A quién apunta el seminario Introducción al Audiovisual: Cine y Televisión?
—En general, este curso sirve para aquellos que quieran conocer este fascinante mundo. En particular, es una posibilidad para quienes desean insertarse en la industria audiovisual. Para unos y otros, es una manera de conocer las herramientas que posibilitan que los sueños se conviertan en realidad.